martes, 16 de noviembre de 2021

Viajar hasta Mallorca.

Viajar un placer como otros, viajar en compañía es un placer compartido y hoy puedo decir que e disfrutado de un buen viaje y con buenos amigos. La experiencia de viajar con muchas personas ciegas es una locura en el fondo… Después de todo, somos capaces de todo, las barreras para hacer algo en muchas ocasiones se las pone uno mismo.


Viajar desde Sevilla a Mallorca seguramente sea una experiencia inolvidable y de este viaje saldrán muchas historias que contaremos en el futuro. Antonia, Javi, Raquel y yo viajando desde Sevilla, una vez en el destino, nos encontramos con mas amigos, Tania, Jose… Muy divertido todo y afónico perdido, además una tos de demonios todo el viaje. 


El tiempo en el viaje a sido variopinto, unos días nublados, otros un poco de lluvia y otros un poco de sol. En definitiva muy bien, sin frio o lluvia excesiva que no nos impidió realizar ninguno de los planes.


Para mi, uno de los momentos mas divertidos de este viaje es el momento de la carpa y las actuaciones de Virginia con un grupo granadino. Bailar, gritar, saltar, beber, risas… Hacer el tonto con mis amigos me encanta, reírnos de cualquier cosa que hagamos y bailar sin tener vergüenza. 


Las instalaciones del hotel, muy grande, muchos edificios para llegar a meter a mas de dos mil ochocientas personas. Una vez reconocido el terreno, moverse dentro es muy fácil. Los servicios de comidas, un poco saturados al tener que atender tanta demanda, el primer día sobre todo a la hora de atender a las personas ciegas. Lo mas importante es que el personal del hotel, trato excelente con nosotros, busco solución a el problema de al lugar a las personas ciegas, habilitando una sala solo para las personas que necesitaban ayuda en el bufet, facilitando a las personas ciegas el acceso a un salón menos saturado, facilitando a sus propios empleados a atender y servir los platos con mas facilidad. Los empleados que nos atendieron en este servicio muy amables, por mencionar alguno, Isa o Manuel que se portaron excepcionalmente con nosotros y con el resto de personas que atendieron.


Con respecto al hotel y por poner algunas pegas, como ya el final de temporada del mismo termina a justo después de nuestro viaje, en algunas cosas se notaba. Como por ejemplo en algunas cosas que estaban cerradas como Kars, o alguna otra cosa como la limpieza de las habitaciones. Además del mantenimiento en algunas zonas del recinto un tanto deficiente, zonas muy bacheadas o agitaciones con alguna falta de apretar algún tornillo a algunos muebles y accesorios.


En conclusión la experiencia del hotel muy buena, experiencia con el personal excelente, muy amables y con mucha paciencia.


Momento muy divertido también el  de unos triciclos que alquilamos y un paseo por el pueblo de Alcudia, echándonos unas risas y divirtiéndonos mucho conduciendo ese triciclo de batería con Jose y Tania, inolvidable.


Una tómbola en la que Raquel y Javi estaban enzarzados y tuvimos suerte en general teniendo buenos regalos, aunque algún amigo solo recibía parasoles… 


Seguramente volveré a repetir en uno de estos viajes, sobre todo si voy tan bien acompañado de este grupo de amigos.


Para finalizar este viaje, una anécdota más fue que Raquel cuando llegamos a Sevilla no encontró su maleta, tras esperar un buen rato en la cinta la maleta no llegaba. La maleta se había perdido y la ayuda solicitada en el aeropuerto nos acompañó para reclamarla, afortunadamente la maleta apareció en un plazo de 48 horas, teniendo muchísima suerte y poniéndonos muy contentos de que no se perdiera la maleta con todas las cosas que llevamos dentro.

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