Querida conocida, querida amiga, querida confidente, querida amante, queridas todas. Hoy escribo una carta y va dirigida a ti, a todas mis queridas, todos mis sentimientos y todos mis sentidos están en esta carta.
Cuando solo éramos niños tuvimos la suerte de conocernos, cuando éramos adolescentes tuvimos la suerte de ser amigos, cuando fuimos mayores de edad fuimos confidentes, ahora que somos adultos tengo la suerte de tenerte a mi lado.
No soy la persona más romántica del mundo, pero si soy la persona que más te quiere en el mundo y por eso hoy te escribo para darte las gracias, te doy las gracias por ser cómo eres, te doy las gracias por iluminar mi camino, te doy las gracias por ser mi muleta, te doy las gracias simplemente por haberme elegido.
Hoy echa la vista atrás y recuerdo el primer día en el que nos conocimos, de una manera súper inocente, éramos los dos niños. Cuando eres niño, los únicos problemas que debes tener son problemas de niños. Yo tenía diez años y fue una casualidad conocernos, ya que yo estaba en un campeonato y tú fuiste a hacer una obra de teatro. Me reí mucho al ver la actuación, sobre todo cuando te caiste al suelo y te levantaste como si nada y todos pensábamos que formaba parte de la actuación pero, no…
Imagino el futuro contigo y cuando lo hago estoy orgulloso, un futuro en el que seguimos siendo cómplices, un futuro en el que seguimos siendo amigos, un futuro en el que seguimos siendo felices juntos, a pesar de todo lo que nos pase en la vida.
Esas pequeñas manías que te hacen única cómo, poner motes cariñosos y publicarlos a todo tren, esa forma de ser tan espontánea y tan natural, la expresividad de tu cara cuando tienes algún sentimiento negativo o positivo, tu cara es clarividente.
Contigo aprendí, que con constancia y esfuerzo se puede conseguir todo.
Me disculpo por mis errores pasados, por mis errores presentes, y por mis errores futuros a la hora de afrontar nuestra relación, como ya sabes no soy perfecto, pero estar a tu lado me hace ser mejor persona.
Lo que te quiero decir en esta carta tú ya lo sabes pero… ¿sí no lo sabes? Has sido, eres y serás la persona más importante de mi vida, mi corazón late por ti y te quise, te quiero y te querré.
Posdata: en el tema de las manías o las anécdotas, nunca se nos olvidarán las anécdotas míticas que siempre recordamos y nos hartamos de reír, la anécdota del Visionlab o la broma a nuestro amigo Emi en el kiosco.
Posiblemente se me queden muchas cosas en el tintero y no te las explique en esta carta, afortunadamente tengo toda una vida por delante para contarte todo lo que quieras y mucho más.
