domingo, 25 de julio de 2021

Nueva normalidad.

 Tras tanto tiempo de sacrificio por parte de todos en esta crisis del COVID, hoy en el aeropuerto de Sevilla me e sorprendido gratamente tras ver el aeropuerto de bote en bote. La ultima vez que estuve fue para hacer un viaje con motivo familiar, igual que esta vez. Recuerdo los pasillos completamente vacíos, las salas de espera completamente desoladas, vamos en definitiva cuatro gatos en las instalaciones. Todos los comercios estaban cerrados, parecía que de esta no se salía y la crisis terminaría con todo.


Hoy la imagen es bien distinta, nada mas entrar por la puerta del aeropuerto todo lleno de gente, incluso un poco agobiante. Los mostradores de facturación con colas como las de antes o incluso mas, los restaurantes de comida asta las trancas, los pasillos con todas las sillas llenas de personas, las salas de espera con todas las sillas llenas, colas e incluso gente sentada en el suelo.


Me sorprende tras lo inesperado por mi parte de ver tanto ambiente. Sentado en una de estas salas con los auriculares, describo como esta el aeropuerto de Sevilla, gratamente sorprendido y contento por ver que de todo se sale.  


Me llena de ilusión ver cosas normales, me da alegría pero, no se puede bajar la guardia. En España la cosa esta volviendo a tener un indice de contagios completamente elevado. En Europa algunos países ya recomiendan no viajar a España, Francia, Alemania ya ponen algunas restricciones a estos viajes. El sector del turismo se vera afectado por estos números.


Viajar me pone nervioso, no lo puedo evitar. Pensar en los retrasos, que pierdan la maleta, equivocarte de hora o en definitiva, cualquier de los problemas asociados a viajar.


Nos a tocado disfrutar de un avión de élites, un avión pequeño que al despegar y aterrizar se notan mucho todos los movimientos. Menos mal que no tengo pánico ni a las alturas ni a los aviones. El vuelo a salido con veinte minutos de retraso, el despegue a sido bueno y ahora a disfrutar del vuelo, de la familia y de los amigos. Los oídos un poco en taponados, el avión no esta lleno un ochenta por ciento y cero turbulencias.


Del tema del aterrizaje no pondré nada, ya que no creo que vuelva a escribir sobre este tema una vez me baje del avión.


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