En el fondo de la estancia una humilde pero gran ventanal deja entrar la luz con tono gris, las rejas rompen la imagen del cielo encapotado, las nubes forman un manto que nos ocultan el azul del cielo, es como si escondiera algo, un secreto que todos esperamos descubrir. Huele a suelo mojado, huele a tierra mojada, suena a suelo mojado, suena a tierra mojada. Lágrimas de cristal caen del cielo y se rompen al chocar contra el duro suelo de la ciudad, el agua fluye por las calles, inundan las alcantarillas.
Tarde de sofá y manta, manta y sofá, sábado de cine, sábado de tomarse un respiro, de respirar paz, de reflexionar. La melancolía de la lluvia atrapa mi alma, la caja tonta pone unas imágenes de final triste. “La ladrona de libros” esa es la película de hoy.
Un plato caliente, el humo brotando de el, una buena sopa caliente para cenar, hoy un pequeño día de invierno en plena primavera, los últimos coletazos de lluvia y bajadas de temperaturas para la calor que se asoma en el orizonte, sonriendo desde la distancia sabiendo que ya llega su momento.
Pues esta es la descripción de una tarde de sábado, un día mas y un día menos para la tan esperada normalidad, que no sabemos si volverá a llamar en nuestra puesta como hace tan poco, con esa vitalidad y con toda esas costumbres. El tiempo será el único testigo de todo lo que pase, nosotros solo somos espectadores y en ocasiones actores del momento. ¿Cual es tu papel?
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