viernes, 9 de enero de 2009

Tu peor regalo

Hola a todos. Ya por fin a terminado las fechas navideñas, la temporada de dar y recibir regalos. Me apetece hablar de los regalos que recibimos y que realizamos en cualquier festividad, navidades, cumpleaños, etc.

Yo soy de los que piensan que los regalos no se deben descambiar, porque el que hace el regalo le da su toque personal y si a la persona que lo recibe no le gusta no veo lógico que lo descambie, porque si no ya no seria el regalo que la otra persona eligió…

Claro regalos existen de todos los tipos y seguramente todos hemos recibido alguno que no nos a gustado demasiado. Regalos inútiles que no sirven ni si quiera para decorar o no se les encuentra utilidad alguna.

Por poner un ejemplo, yo regale en más de una ocasión unas bragas de tamaño XXL, para formar el cachondeo. Pero eso después no sirve para nada, eso no las utiliza ni una monja. Pero no debo de ser el único graciosillo, ya que a mi me regalaron un tanga colorado de elefante. Dime tu cuando te pones eso.

Pero bueno, a pesar de que el regalo no sea lo que yo me espero o lo que verdaderamente sea lo que a mi me hace falta, no lo descambiaría nunca porque si no ya no es un regalo, es como si fuese yo a la tienda un día normal y corriente y me comprase lo que a mi me diese la gana.

Cuenta tu en los comentarios si quieres algún regalo inútil que te hallan dado, el peor regalo que as recibido. Y a los que me pidieron que hiciese un pos sobre otro tema esta en proceso no se impacientéis.

8 comentarios:

Rosa Chacón dijo...

Hola: ya echaba yo de menos comentar en este blog.
El peor regalo qe recuerdo fue un pijama. Feo. feo feo para perrro vamos.
Y encima había qe ponerle buena cara a quien me lo regaló claro.
Madre qe cosita más horrible!

Anónimo dijo...

¡Uf!, a ver... Yo no me considero muy buena para hacer un regalo, bueno, siempre me gusta regalar, eso sí, independientemente de a quién, lo que regalo, la intención que le ponga, las ganas que tenga de ir a por el regalito en cuestión, la ilusión mientras lo elijo... En fín, nunca me han regalado nada chungo, todo han sido cosas que utilicé o que utilizo actualmente. Bueno, ahora que lo recuerdo... A una persona anterior en mi vida, le dije que lo que más odiaba que me regalasen eran los bombones y las flores, y jugó a la quiniela entre el Sevilla y el Betis, y... Efectivamente ganó el Bétis; cuando me apareció con la flor, mi cara se transformó, pero no precisamente en el rojo de la flor, sino en el rojo de la sangre que ardía en mi cara y en el careto de que no me gusta disimuladamente.
Al final esta personilla en cuestión se dió cuenta y me dijo entre risas que no se había dado cuenta: yo por supuesto le respondí que si quería recuperarme... Vaya manera más bonita de empezar...
Aunque luego está aquella vez que te dicen que te ban a regalar algo y luego no lo hacen... No sé por qué lo hacen: te ponen la miel en los labios y luego te la quitan... Asique esto va para mi hermanita, jejeje, me debes regalo ¿eh?
Pero a veces ves a los AMIGOS como regalos: ¡te recuerda a la mísma emoción!, solo que puedes disfrutar de ellos unas horas... Pero en realidad son los mejores...

Jorge dijo...

Por eso los mejores regalos son los sorpresa, que llegan cuando menos lo esperas. me encanta eso de preparar un regalo sorpresa sin que la otra persona lo sepa, darle vueltas a la cabeza, maquinar qué regalarle, ir a la tienda, comprarlo, envolverlo y guardarlo en un sitio bien escondido para cuando llegue el día dárselo.
Estoy aquí maquinando y me cuesta encontrar el regalo que no me haya gustado, creo que fue un peluche de Piolín que me trajo mi tía de Mallorca en una época en que yo no le veía mucha utilidad a estos artefactos y el otro fue una cinta de los gypsy kings que se le ocurrió regalarme a una vecina de la playa por mi cumpleaños, por aquello de que me gusta la música pero no tuvo en cuenta que ese grupo no es que sean precisamente mis favoritos.
El año pasado me hicieron un regalo por mi cumpleaños que me hizo ilusión pero no pude utilizarlo todo lo que yo quisiera, se trata de un ejemplar en tinta de Ojalá octubre, un libro de Juan Cruz que si no lo habéis leído, os lo recomiendo, está en daissy, así que podéis bajarlo de la biblioteca digital.
Para mi un gran regalo sería una línea braille de estas chicas de 40, como termino la carrera este año podéis comprármela entre todos los asiduos blogueros que nos damos cita para comentar. Tened por seguro que no os voy a poner cara de circunstancias ni nada de eso jeje.

Jorge dijo...

Como se me ha olvidado verificar lo del seguimiento de comentarios, aprovecho para deciros que mi cumpleaños es el 19 de agosto, mi santo el 23 de abril para que me hagáis un regalito apañao jejejejejeje.

Anónimo dijo...

Claro. Los regalos son algo que gusta, la verdad. No es el regalo en cuestión, sino el detalle y la intención que le pongas. Yo soy partidaria, de echo me gusta regalar, pero admito que a unos les pongo más ilusión que a otros. Si tengo que regalar, incluso mido el tiempo que tengo, jejeje, pero también está ese regalo que siempre lo tenemos y que algunos no se lo toman en cuenta: los AMIGOS, y para los que leemos con jaws, remarco, he escrito AMIGOS con mayúscula.
Este regalo, es cierto, no lo podemos tener siempre que queramos, yo por lo menos, pero cuando lo tengo a mi lado, siento como la ilusión invade mi alma, como que me falta tiempo para decirle lo importante que es paramí, que me gustaría estar más tiempo con él pero el maldito tiempo no me deja por mu marcha o por la suya. Este regalo para mí es el mejor, y no es que quiera remarcar este pos, sino que creo que algunos le dan más importancia a lo material, que sí, es cierto, ayuda, pero lo vonito y precioso es ese gesto de verlo: ese abrazo que se mide sin palabras, esos besos que se sienten desde dentro, esa ilusión contenida, y no penseis mal... Yo por ejemplo soy una persona muy emotiva, por eso me considero AMIGA de mis AMIGOS, y conocida de los conocidos.
Gracias a las personas que están ahí, y que sin decirles nada, sé que van a estarlo, eso sí, sin fallarles, claro...

Anónimo dijo...

Lo que más me gusta de los regalos es abrirlos, pero aún más ver la impresión de la otra persona, sobre todo esto último, ya que me lo paso genial. Soy partidaria de dar sorpresas cuando menos se lo esperan, aunque puedo yevarme el chasco de que no se yeven la mísma impresión... ¡Uf!, jejeje, vaya... Imaginate que vas a dar una sorpresa, estás emocionadísimo hasta que... Te dicen que qué es lo que haces, y te preguntan el por qué...

Anónimo dijo...

Por cierto, el comentario anterior, va en especial a la ensalá, jejeje, no veas como está..., pero claro, va en parte, ¿Eh?

Anónimo dijo...

¡Vivan los regalos, tanto los buenos como los malos!